miércoles, 4 de abril de 2018

La familia Real es real

La abeja reina del enjambre es Letizia. No quedan dudas al respecto después de haberse divulgado el vídeo que estiliza -espacio catedralicio, indumentaria dominical, destellos castrenses- la disputa familiar en los arcaicos arquetipos de la nuera y la suegra. Se ha convertido en tan viral el “clip” como la chilena de Cristiano. Y no tanto por la identificación antropológica en la escena del duelo doméstico como por el despecho colectivo a las clases “superiores”. Los ricos también lloran. Y la monarquía española se ha expuesto al escarmiento del populacho, pues los súbditos se regodean con la secuencia del manotazo. Y se relamen con la alcurnia de una pugna que invita a tomar partido por la reina de picas o por la de tréboles.
La familia Real es real porque se parece a todas en sus miserias políticas y en sus expresiones endogámicas, aunque no todas las familias viven entre las tiranías y privilegios de una casta cuyo porvenir se debate forzosamente entre el antiguo y el nuevo régimen: una reina que fue, Sofia, una reina que es, Letizia, y una reina que será, Leonor, incómoda con la disciplina de la abuela hasta el extremo de resistirse a posar en las fotografías y hasta el punto de quitarse de encima su mano protectora como si empezaran a saturarla las obligaciones protocolarias.
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Profesores españoles critican a la universidad que apoyó a Ponsatí

La Universidad escocesa de St. Andrews, en la que imparte clases la exconsejera catalana de Educación Clara Ponsatí, confirmó ayer la recepción de una carta suscrita por un nutrido grupo de académicos españoles en la que cuestionan el apoyo público del centro a la catedrática sobre la que pesa una orden de detención internacional emitida por el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena.

La misiva, que lleva la rúbrica de cuarenta profesores españoles y "otros ciudadanos preocupados por los malentendidos sobre España y su poder judicial", señala que la actuación de este último ha recibido el reciente respaldo de la Asociación Internacional de Jueces y que Ponsatí escapó a Bélgica de España "tras el referéndum ilegal organizado por el Gobierno del que ella era miembro" el 1 de octubre del año pasado.
Los firmantes reprochan a la universidad escocesa su respaldo sin ambages a Ponsatí, directora de su Escuela de Economía y Finanzas, cuando entienden que la orden de su detención no responde a "ideas políticas expresadas democráticamente, sino por una serie de actos destinados a separar Cataluña de España actuando en contra de la ley y la voluntad de sus ciudadanos".
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martes, 3 de abril de 2018


Francia afronta un “martes negro” por la huelga de ferrocarriles

Los trabajadores de la SNCF, la compañía nacional de ferrocarriles de Francia, redoblan su pulso contra el presidente, Emmanuel Macron, y sus planes de emprender una profunda reforma de un sector que en el pasado ya doblegó a otros gobiernos que osaron proponer cambios a un pilar sagrado del sistema público francés. Desde la noche del lunes, pero sobre todo este martes y el miércoles, los empleados de la red de ferrocarriles llevan a cabo la primera de una larga serie de huelgas intermitentes —que se prolongarán hasta junio— que amenaza con paralizar buena parte del país. Un nuevo paro anunciado por su parte por la aerolínea Air France promete complicar más aún la situación.

Hace días que las autoridades aconsejan encarecidamente a los franceses que busquen un plan de transporte alternativo para este primer día laboral —el lunes fue festivo en Francia— que la prensa ya ha bautizado como “martes negro”. Aun así, el caos reinó en muchas zonas a primera hora de la mañana, cuando los franceses buscaban cómo llegar hasta sus puestos de trabajo. En la región parisina, el tráfico de carretera acumulaba atascos de más de 400 kilómetros. Las líneas de autobuses estaban abarrotadas y las televisiones mostraban imágenes de andenes llenos ante la espera de trenes que no llegaban, mientras decenas de personas cruzaban peligrosamente las vías en busca de otro tren. Se estima que unos 4,5 millones de franceses usan de manera diaria el sistema de ferrocarriles del país.
Los sindicatos hablan de un seguimiento masivo de la huelga. Calculan que al menos el 77% de los conductores secundarán el paro. En total, la huelga será seguida por el 45% de los trabajadores de la SNCF, de acuerdo con las previsiones. Este martes, está previsto que circule de media uno de cada ocho TGV, los trenes de alta velocidad, y un tren regional de cada cinco. Mientras que el tráfico internacional hacia Reino Unido y Bélgica está más o menos garantizado, las conexiones hacia España, Italia o Suiza quedarán interrumpidas, según la Agencia France Presse.
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lunes, 26 de febrero de 2018

La deforestación aumenta el impacto de la radiación solar en la superficie terrestre


A medida que se reduce la cubierta vegetal del planeta, la temperatura superficial de la Tierra va en aumento. Es lo que ha comprobado una investigación basada en el retroceso de bosques y selvas observado desde los satélites. Aunque el efecto del calor extra es local, la globalización de la deforestación está haciendo que este calentamiento termine siendo global.

La serie de procesos que hay tras el cambio climático se expresa en un calentamiento global del planeta. El mecanismo más estudiado y señalado es el que conecta las emisiones de gases de efecto invernadero con el aumento de la temperatura. Hasta ahora, se veía a los árboles como cazadores de CO2, que necesitan para vivir. Cada árbol menos, era más CO2 en la atmósfera. Pero hay otro mecanismo menos estudiado que también ayuda a enfriar la superficie y es la evapotranspiración vegetal que, como la sudoración en los humanos, ayuda a reducir el calor.

Además de la evapotranspiración, de los varios mecanismos biofísicos que afectan a la interacción entre tipo de cubierta vegetal y el clima local, el más importante es el efecto albedo. Se trata de la capacidad que tiene una superficie de reflejar más o menos radiación solar, es decir, devolver más o menos calor al espacio. La nieve, por ejemplo, tendrían un albedo muy elevado, cercano al 90% de la radiación incidente, mientras que un bosque rondaría entre el 8% y el 10%.

Cada transición en el uso de la tierra tiene un impacto diferente. No es lo mismo deforestar una selva para cultivar palma o soja que usar el terreno como pastizal para el ganado. El segundo aumenta su efecto albedo, pero, al haber menos verde, reduce al mismo tiempo su capacidad de evapotranspiración. En ese delicado balance, el enfriamiento o el calentamiento depende de cuál de los dos procesos acaba imponiéndose.


Los investigadores comprobaron así que, en las latitudes más altas, en las regiones boreales, la perdida de árboles eleva de inmediato el albedo de la superficie, nevada buena parte del año. Aquí apenas han detectado calentamiento. De hecho, han comprobado lo contrario. En cambio, en zonas tropicales dominadas por especies arbóreas de hoja ancha y perenne, la deforestación en favor de la agricultura o la ganadería elevan el albedo de la superficie, pero eliminan la regulación térmica que producía la transpiración de los árboles.


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El futuro de la ciencia queda atascado en el Parlamento


La posibilidad de aumentar la financiación de la investigación científica en los próximos años se ha chocado hoy con la dura realidad parlamentaria. El Gobierno ha pedido al resto de fuerzas políticas que si su objetivo es aumentar la inversión pública en I+D, la manera de hacerlo es dejando que se aprueben unos nuevos presupuestos para 2018. La oposición ha protestado recordando que el Gobierno no ha presentado aún ningún proyecto al Congreso de los Diputados; y el tiempo para hacerlo se está acabando.

En su última comparecencia en una sesión de control al Gobierno, Luis de Guindos, ministro de Economía que dejará su puesto en unos días para ir al Banco Central Europeo, ha ofrecido un gran pacto por la ciencia al resto de fuerzas políticas. De Guindos ha reconocido que entre los científicos “hay unos niveles de temporalidad más altos de lo deseable” y ha ofrecido la posibilidad de acordar un aumento de los recursos públicos que se dedican a financiar la investigación con un pacto presupuestario con el resto de fuerzas políticas. “Vuelvan a apoyar los presupuestos”, esta es “la herramienta que tenemos para hacerlo”, ha dicho en respuesta a una batería de preguntas de los socialistas.

Fuera del Parlamento se reactiva el movimiento Carta por la Ciencia. La iniciativa, que critica el “abandono de la ciencia española provocado por los recortes en la inversión en ciencia por parte del actual Gobierno”, ha recabado ya más de 200.000 firmas en poco más de una semana. La iniciativa ha sido impulsada por científicos, académicos, miembros del Consejo Asesor de Ciencia y Tecnología y del Consejo Rector de la Agencia Estatal de Investigación y sindicatos con el objetivo de reeditar un pacto parlamentario para aumentar la inversión en ciencia como el que se alcanzó en 2013, que fue ratificado por todas las fuerzas políticas menos el PP.


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Si los neandertales desaparecieron, ¿qué hacemos nosotros aquí?

La extinción de los neandertales plantea una pregunta inevitable: si ellos desaparecieron, ¿por qué nosotros seguimos aquí? Hasta ahora, la respuesta era más o menos sencilla: nosotros somos más listos. Los neandertales son una especie humana que vivió en Europa unos 200.000 años como mínimo y que desapareció hace unos 40.000, precisamente cuando nuestra propia especie, el Homo sapiens, llegó al continente. Se trata de un espacio de tiempo descomunal: si lo comparamos con la invención de la escritura, que marca el final de la prehistoria y el principio de la historia, estamos hablando de sólo 6.000 años, una fracción mínima del tiempo que nuestros primos (o hermanos) habitaron Europa. Supieron adaptarse a cambios climáticos gigantescos y, durante el último periodo de su existencia, sobrevivieron durante miles y miles de años a las brutales condiciones de la Edad de Hielo. Pero, en un periodo relativamente corto, desaparecieron de los registros arqueológicos.

El descubrimiento, anunciado este jueves en la revista Science, de que los neandertales fueron capaces de producir arte abstracto y complejo es gigantesco, pero no sorprendente. En los últimos años, gracias entre otras cosas a excavaciones en la península Ibérica, en la cueva asturiana del Sidrón y en las gibraltareñas de Vanguard y Gorham, la idea de que fueron unos seres brutos, sin apenas luces, se ha derrumbado. Se medicaban, cuidaban a sus ancianos, decoraban sus cuerpos con colores y plumas, habían sido capaces de producir dibujos geométricos y poseían el gen FoxP2, que permite el lenguaje.

Pero este hallazgo, basado en una nueva datación de pinturas, va más allá porque les convierte en nosotros. La pregunta de qué nos convierte en humanos tiene muchas respuestas, pero una de las más frecuentes es precisamente esa: la capacidad para producir arte y contar historias. Ahora sabemos que ellos también la tenían. Entonces, queda la pregunta más inquietante. ¿Qué les llevó a desaparecer después de vagar por la tierra durante tanto tiempo? Seguramente no existe una respuesta y, desde luego, no existe una respuesta única. ¿Les matamos nosotros? Es posible, aunque también desaparecieron de lugares que no habían alcanzado los sapiens. ¿Cambió su ecosistema con la llegada de nuestra especie? ¿Se adaptaban peor a las transformaciones? ¿Les dejamos sin caza? Puede ser. En cualquier caso, la confirmación de la complejidad de su inteligencia constituye una gigantesca advertencia sobre la fragilidad de todas las especies, incluida la nuestra.

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La tragedia del vuelo de Southwest saca a relucir el temple de su capitana, una antigua piloto de combate El vuelo Southwest 1380 del pas...